miércoles, 3 de febrero de 2010

Calderón le Apuesta a Perder para Ganar


Hoy en la prensa nacional fue publicado el artículo que antecede a este. Felipe Calderón recurre a los medios para la difusión de su Reforma Política. Buena idea surgió de las cabezas que comúnmente se especializan en la redacción de estupideces y auto contradicciones. Está, no fue la excepción. Tal vez no en la redacción del artículo se encuentren, pero si entre los hechos y lo redactado. Vamos a comenzar, paso a paso, a refutar lo escrito (supuestamente) por Jelipillo.
Felipe empieza citando la democracia de praxis que Vive México. Dice que "es momento de traducir esa democracia vibrante y plural en instituciones más eficaces, que faciliten la construcción de acuerdos para impulsar las decisiones y las reformas que requiere México".
Este irreverente escritor aclara porque una democracia de praxis. Es del reclamo popular que captura de la política de gobierno por los partidos políticos, nosotros decidimos o elegimos a nuestro representante, pero ¡oh sorpresa!, cuando vamos a las urnas solo nos encontramos una serie de logos de partidos políticos, candidatos que ni siquiera conocemos, cuyas propuestas pasan desapercibidas y muchas veces no pasan de promesas populacheras, con el único fin, de obtener el voto. La elección del candidato queda solo a lección del partido político, algunas veces, las menos, a las de sus militantes, la gran mayoría, al dedazo, a los compadrazgos o a las deudas. Felipe nos propone ciudadanizar la política. Sigamos…
Ya en los párrafos de su decálogo, donde presenta las iniciativas propuestas y sus porqués se dejan ver los puntos de las íes. La verdad, su texto deja ver más de lo mismo. Un texto de lenguaje pomposo donde se esconden trampillas para mantener los cacicazgos, nada más que en diferentes manos. Sus reformas buscan que la ciudadanía tenga mayor acceso a la política. Si buscamos bien encontramos cosas como esta: Los políticos no podemos ignorar esa exigencia ni prestar oídos sordos a tales reclamos y señalamientos. Tenemos que encontrar la forma de ampliar los canales de participación ciudadana en las decisiones colectivas. Política y ciudadanía están en México terriblemente disociadas. La anterior deja ver que ellos son los dueños, ellos deciden quién entra u quien sale. Sí, habrá reformas, pero no serán aprobadas ni por unos ni por otros.
Felipe lanzo esa propuesta, para develar a su enemigo y por lo bajo también jugar doble pelota, el atole con el dedo, y me los chingo de madrugada. Sabía cuáles serían las respuestas a sus planteamientos, acertó en su predicción. Su parte está hecha, la reforma se tendrá que votar, prejuzgo, una negativa mayoritaria, el pueblo se molestara más, el resto es cosa de la Maquinaria del Partido, el examen a Cesarito. Salga como salga su iniciativa, Calderón esta vez logro su cometido.
¿Podrá mantener los feudos estatales y ganar uno que otro?

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