lunes, 18 de abril de 2011

E Pursi E Move

Acapulco, Guerrero.- Desde el sábado 16 de abril, día en que el irreverente escritor llegó al precioso puerto, ha dedicado los trayectos en taxi y las atenciones con lo servidores turísticos a averiguar cual es la percepción de ellos sobre narco.

Me he llevado la mayor de las sorpresas, con conocimiento de la campaña de promoción turística que hay en está bella tierra guerrerense, los interpelados contestán que la situación no es la que parece, no es la que nos pintan en el centro del país. Dicen que si hay balaceras, si hay peligro, sólo si uno se mete con los malechores.

Los antros fresas están plagados de dealers, pero si uno no los busca tampoco ellos a uno, por lo menos no con insistencia. Menos aún se encuentra uno con personas con cuernos de chivo y equiparables mientras uno esta en los centros de diversión nocturna, a menos claro, que sean de mala muerte. No es como en aquel México de antes, de los 50s, en provincia donde se andaba armado y se apostaba la vida, o simplemente con una mirada se obtenía la respuesta: "soy o me parezco". A la cual seguía un safarancho donde lo mínimo erán golpeados severamente y el precio más caro, la muerte.

Uno sale a Acapúlco y ve gente en la calle, se ven turistas, gente acapulqueña camina por las aceras, vistán las plazas y salen a divertirse de noche. Tampoco es que uno salga a la calle sin mayor preocupación a las 12 de la noche a comprar hielo al Oxxo, eso cualquier ser humano que haya vivido en ciudad o centro turístico sabría que es riesgoso, por su puesto con sus niveles. Pero considerando que tanto como una y otra versión son ciertas, Acapúlco sigue en pie, los grandes emporios turísticos siguen aquí, la gente sigue viniendo, sigue saliendo a divertirse y eso da esperanza. Es una realidad, el país esta podrido, se hunde y puede empeorar, así como mejorar.

                                                 Como dijo Galileo:
                                               ¡E PURSI E MOVE!

sábado, 16 de abril de 2011

Primera Vez

"Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del infinito no estamos seguros."
Albert Einstein 

¡Por fin! Nuestro espurio e idiota Presidente finalmente da una declaración acertada. Iluminado con la llama de la sabiduría del Espíritu Santo, tal apóstol, sobre la pelona cabeza, Jelipillo, que vivillo desde chiquillo, reprocho a munícipes y gobernadores -que no señores feudales- su marasmo y apatía para combatir la delincuencia en sus extensos dominios. 

Personajes de tremenda envergadura, como el exgoberndador Moreira, hoy PRInosaurio mayor, tanto casi toda la dinosaureada de ediles y gobernadores, dan cátedra de pin-pon, enseñando como se debe de pasar la bolita, al rítmo de yo no fuí fue tete pegale pegale que ella mérito fué. Políticos locales culpan de todo sus malestares a la fallida estrategia de toda las calamidades que golpean a sus estados. 

Escudados en la bandera de que todo es narcotráfico y delincuencia organizada -delito del orden federal- se hacen pendejos e incumplen con sus funciones constitucionales. Con menos que pusilánimes discursos, políticos nacionales y locales, de aquí y de allá, culpan al otro, prometen que velarán por la seguridad, pero a la hora de la hora se hacen de la vista gorada, si no es que son parte de la violencia y cómplices de los delincuentes. 

En la guerra errada con mas de 40 mil muertos y siete años más para que cambien las cosas, el espurio y sin imaginación, no encuentra otra forma de combatir el narcotráfico. 

                     ¡Como si nadie le hubiera dicho que el verdadero problema son los adictos!