Resolvamos Nosotros Nuestros Problemas

No tienen madre, no la tenían y ayer desaparecieron toda posibilidad de existencia de una.

¿Entenderán lo que es el descredito, el valemadrismo? ¿Conocerán el honor, la palabra, algo sobre lealtad? ¿Sabrán cual es su función como legisladores, gobernadores, diputados, jueces, ministros? ¿Entenderán que están al servicio del pueblo? ¿Sabrán o recordaran que en la teoría dependen de la ciudadanía?

A todas las preguntas anteriores hay una respuesta común. NO.

Se ha borrado todo lo anterior de sus archivos, solo queda en ellos el archivo que les dice, MANTENER EL PODER A COSTA DE LO QUE SEA.

Propongo una solución, vamos a mandarlos a la chingada. Vamos a darles una sopa de su propio chocolate. Vamos a darles una buena bofetada, un zape, una nock out. Vamos a mostrarnos a ellos indiferentes, a todos ellos. Dejemos solo al Peje, a los dinosaurios de PRIcambrico (ya no tan temprano), démosle la espalda a los pitufos de la PANdilla, al Seños de los Pinos y sus subalternos. Unos huevazos no les caerían nada mal. No van a apestar más de lo que ya apestan.

Dejemos de pagar impuestos, denunciemos, organicemos a nuestros vecinos y vecinas, establezcamos casas-cárceles. Defendámonos de la impunidad y la corrupción. No linchemos a los delincuentes, arrestémoslos, hagámosles juicios ciudadanos, encarcelemos nosotros, los ciudadanos. Vayamos a la SCT y al IMSS, saquemos a Karam y a Juan Molinar de sus palacetes, de su esfera de cristal. Llevémosles la justicia ciudadana, el reclamo, el descontento hasta ellos, cara a cara, frente a frente. Si están lejanos a la ciudadanía, a jalones de orejas acerquémoslos. Vamos a demostrarle a Lujambio quien es quien en el juego de la democracia. Demostremos que la democracia en México existe. Hagamos que la democracia exista en México.

Dejemos atrás quejumbres y quejidos, recojamos la mano limosnera, paremos el grito de denos. Exijamos lo que por derecho es nuestro y nos hemos dejado y ha sido arrebatado. Vamos a dejar nuestra indiferencia. Los periodistas, las analistas, intelectuales, investigadores, científicos, ciudadanos cultos, todos. Dejemos esos rincones nuestros de protección atrás de los libros y las letras en periódicos y libros, dejemos los publicados y las investigaciones objetivas, concretemos esos reclamos que hacemos desde nuestros portales, congreguemos a la gente, propongamos una solución: ALTO A LA INDIFERENCIA.

Juntémonos ricos y pobres, clase medieros, alcemos una sola voz a sus tapados oídos, rompamos las barreras del silencio. Recuperemos el periodismo perdido en Reynosa. Recuperemos Ciudad Juárez. No podemos vivir con miedo. Podemos tenerlo, pero no vivir con él. Los habitantes de las ciudades y pueblos habitados por los narcotraficantes saben donde viven los capos y capitos. En los barrios saben donde están los dillers y sus horarios, saben quien ha robado, quien ha cometido algún delito. Saben perfectamente que han hecho, los porqués, los cuándos y los cómos.

México es muy diferente al México de 1810 y al de 1910, pero las comunidades no han cambiado mucho. La camaradería vecinal se sigue dando en los pueblos y barrios pobres. Se sabe lo que se cómo y hasta a qué hora se va al baño en la casa de alado.

Juntémonos, unamos las fuerzas para VIVIR MEJOR.

Acabemos con ellos, los egoístas tontos, a los que no dejaron que ciertas iniciativas procedieran, fueran aprobadas, por la ambición de ser ellos los salvadores del pueblo, cuando por otro lado nos dicen, solo el pueblo puede salvar al pueblo.

Hagamos esa frase nuestra y salvémonos. Vamos a exigirles lo que es nuestro. Si no nos cumple, acabemos con ellos de la misma forma de la que su puede acabar con el narcotráfico. Cortémosle su fuente de recursos, fuente que somos nosotros. Dejemos de darles nuestro dinero a ellos, tomemos control de los servicios, seamos nosotros los controladores de los dineros públicos. Demos un golpe, acabemos con ellos, los principales explotadores, los legalizadores de lo ilegal, los que permiten lo impermisibles, los que cobijan a pederastas y secuestradores, los que exigen que la palabra laica este expresa en la Constitución pero con sus acciones actúan en contra de ello.

Conocemos las problemáticas, tenemos las soluciones para algunas de ellas. Contamos con universidades y centros de investigación para encontrar las soluciones que no tenemos.

Dejemos nuestra apatía, nuestra pereza. Salgamos a las calles a reclamar lo que es nuestro. Tenemos los medios para resolver nosotros nuestros problemas. Resolvámoslos.

Hago un llamado a la ciudadanía a dejar la pereza, el confort de la ignorancia o de los libros y las criticas en periódicos. Hagamos nuestros, nuestros problemas.

Empecemos a organizar, dejemos nuestra indiferencia y convivamos en armonía en la búsqueda de una mejor vida.

En los siguientes comicios crucemos nuestra papeleta de esquina a esquina, tachemos cada una de las opciones existentes en ellas, pongamos el nombre de algún vecino o amigo que creamos que puede ser un buen representante, o por lo menos el nuestro propio. Pero por ningún motivo crucemos el logo de algún partido político o coalición. No les demos nuestro voto a ellos. Dejemos de buscar el menos peor y busquemos la mejor opción. Busquémosla entre nosotros, entre un ser humano común y corriente, en un igual, no busquemos a un súper líder, busquemos a un grupo de personas, ciudadanos comunes, clase medieros, pobre o ricos, con la capacidad de atendernos.

Hagamos de eso que le decimos democracia mexicana, una verdadera democracia.

No esperemos, actuemos.