martes, 6 de octubre de 2009

Lydia Cacho y Memorias de mis Putas Tristes

¿Por qué García Márquez aceptó llevar a la pantalla Memorias de mis putas tristes? justo en un momento en que el mundo está luchando contra la creciente explotación sexual comercial de niñas y adolescentes. ¿Tienen o no escritores y artistas una responsabilidad moral por lo reflejado en sus obras y por cómo se utilicen? 


Las preguntas anteriores pertenecen al articulo de Lydia Cacho publicado en El Universal el 05/10/09 titulado Pedófilos preciosos y el Nobel.


Para  entender de lo que les voy a comentar y como todo lo escrito en este espacio desde mi muy particular punto de vista, usted decide si lo comparte, lo critica o es adverso al suyo, y lo valida con forme a sus ideas y criterio, pues este humilde servidor no es un vidente, ni una eminencia ni Premio Nobel como García Marquéz, y tampoco como todo ser humano tengo la razón universal (de lo cual les compartiré en el siguiente articulo), les haré un breve preámbulo del tema.


Gabriel García Marquéz decido llevar a la pantalla grande una adaptación de Memorias de mis Putas Tristes, libro publicado en 2004, el cual es el último a la fecha. En el libro se relata el amorío de un anciano con una joven. Yo no le daré detalles de la trama del libro, si es de su agrado o interés léalo, mi tema no es la recomendación o descrédito del libro (cosa de la que soy incapaz) si no la frustración de la grabación de la película debido a una demanda ante la PGR interpuesta por una ONG argumentando que la película era una apología de la prostitución infantil. 


Hoy de regreso del centro de Coyocán a mi hogar en el sur de esa misma demarcación, en la zona limítrofe con Tlalpán y Xochimilco, escuchando Atando Cabos de Denise Mearker tuve la oportunidad de escuchar varios planteamientos propuestos por Lydia Cacho, en los cuales se mostraba a favor de la demanda y de la detención de la grabación de la película por lo antes señalado y la cita referente a su articulo. Lydia Cacho argumento tanto en la radio como en su columna que 1) los tiempos no son los propicios, por la lucha en contra de la trata de personas y la explotación sexual; 2) que no es posible que el Gober Precioso invierta en la película, es todo un hecho aberrante; 3) el argumento de Gracia Marquéz de que el anciano se enamora es usado por miles de pederastas. 


Coincido con Lydia Cacho en solo uno de sus planteamientos, el segundo, estoy totalmente convencido de que es un hecho aberrante de que Mario Marín, el gober precioso, quien protegió y no sabemos si aun los sigue haciendo  una rede de pederastia, acto demostrado en un excelente trabajo periodístico de Lydia Cacho, el cual le costo la discriminación y abusos que son conocidos (el merito y el prestigio que a Lydia Cacho corresponden), intente como ya en ocasiones pasadas lo ha hecho, limpiar su nombre financiando a trabajos de investigadores e intelectuales y ahora que meta su cuchara o mas bien la cartera en un film con estas características es impensable.


Nunca sera el tiempo propicio para un film de este calado, ese argumento para mi no es valido, y tampoco podemos pensar que con el simple hecho de ver una película con este tipo de contenido vaya a causar que los espectadores al momento de salir  de la sala salgan a buscar a una menor ya sea directamente o por medio de intermediarios para violarla. La pornografía infantil es algo contra que en lo personal me pronuncio en contra, asi como muchos países lo hacen por medio de la prohibición de está, asi como de la trata de personas y explotación sexual. Se documentaba recientemente en USA la técnica utilizada para la creación legal de pornografía infantil. La empresa de entretenimiento adulto utilizaba a actrices mayores de 21 años durante la grabación y al momento de editarla utilizaba técnicas computarizadas para rejuvenecer a la actriz y hacer que pareciera realmente una niña. Algo enfermo es ver pornografía infantil, degenerado incluso, pero en México y el mundo hay muchas personas que disfrutan (no se como) de ver algo asi y no hacen daño alguno, mientras sea un film editado con lo anterior mencionado, ni la empresa daña a nadie.  


Detener la grabación del film es una violación a los derechos de libertad de expresión ya que este no causa daño alguno ni pretende ni invita a causarlo. Es la adaptación de una novela que habla sobre la relación de una anciano y una niña nada más. Si es factible detener el film por lo que denuncia la ONG que interpuso la demanda, también habría que prohibir los narcocorridos, las películas de guerra y todas aquellas en las que se ejemplifique un daño a alguien. 


Conforme a la última pregunta planteada por Lydia Cacho sobre las responsabilidades morales de los autores por el contenido de sus obras del tipo que sean me parece una locura. Un artista expresa sus sentimientos, su punto de vista, sus pensamientos y los pone al servicio de los que gusten de ver, leer, escuchar, dicha obra. Lo que una obra de arte representa para cada uno de nosotros es diferente, hay veces que puede coincidir o no con los de otros y muchas veces pueda que lo que entendamos nosotros no sea parcial o totalmente lo que el artista quiso decir. Si todos entendiéramos tal cual lo que el artista quiso expresar el arte no tendría ningún sentido.


Es imposible que un artista pueda saber o conocer lo que pasara por la mente del observador al ver su obra y mucho menos responder por los actos que este pueda cometer después de verla.

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