¡ 2 DE OCTUBES NO SE OLVIDA !

Hace 41años un grupo de alumnos y el Rector de aquella época, el Ing. Javier Barrios Sierra de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la cual por cierto tengo el honor de ser parte, decidió acabar con  una época de injusticias y represiones a sus derechos.

Desde el 22 de julio de 1968, después de un zafarrancho estudiantil al finalizar un partido de football americano y paros  laborales posteriores llevados a acabo en distintos plantes universitarios y politécnicos, la presencia de la policía y el ejercito tomo las instalaciones  educativas además de violentar la autonomía de la máxima casa de estudios así como su vida cotidiana y la del Politécnico Nacional.

Muchas veces se escucha sobre la marcha y la masacre del 2 de octubre, como si únicamente ese día hubiera sido el movimiento, y no todo ese año caracterizado no solo en México si no también en el mundo, como un año de luchas y protestas por la reclamación de derechos y oportunidades. También se escucha la blasfema de que la marcha fue con motivo de mermar las Olimpiadas que ese año se llevaron a cabo en esta ciudad de luz y sombra. A pocas personas se le escucha hablar sobre el fondo y los temas reales del movimiento estudiantil del 68, en el cual se lucho arduamente, incluso con sangre por ganar espacios, libertad, oportunidades, romper cadenas, por un poco más de libertad. Por acabar con los regímenes autoritarias y represivos quienes coartaban la libertad de los que pensaban diferente. 

No, el 68 no es el 2 de octubre. El movimiento estudiantil del 68 no son los muertos, no es Tlatelolco, los presos políticos, los desaparecidos, las tanquetas en CU. No, eso no es el movimiento estudiantil de 1968.

El movimiento estudiantil del 68 son las ideas, los principios e ideales de los jóvenes quienes decidieron pensar diferente y defender su postura. Son los que como el Rector Barrios Sierra, decidieron alzar la voz y defender lo que por derecho era suyo y fue violentado, los que con sangre pagaron haber decido romper con cadenas y autoritarismos.  

El 2 de octubre solo es la trágica culminación de esta pelea donde el autoritarismo y los poder fácticos del régimen priista dejan relucirse.

Es imperdonable e inolvidable aquella tarde roja en la Plaza de las Tres Culturas donde fueron injustamente masacrados y muertos miles de jóvenes y otros miles desaparecidos. Por ello, no nos podemos dar el lujo de reducir todo el movimiento de ese memorable 1968 a una sola tarde. Si hay una forma de hacer gloria a los jóvenes libres que fueron paleados en Tlatelolco es no olvidando todo el movimiento. Mantener vivas las palabras, ideales y principios, hoy tan vigentes como nunca, es hacer digna la memoria.

Impernonable. Inolvidable.

!2 de Octubre NO SE OLVIDA¡