¡México! ¡Pumas! ¡Universidad! ¡Goooooooooooooooya! ¡Gooooooooooooooooooooya! ¡Cachun cachun ra ra! ¡Cachun cachun rara! ¡Goooooooooooooooooooooooooya! ¡Universidad!
Fue lo que se escucho en todas las escuelas de la UNAM: Facultades, FES, Prepas, CCHs, centros de investigación y demás instituciones de nuestra máxima casa de estudios cuando el Doctor Narro finalizo su discurso en la ceremonia de entrega del Premio Príncipe de Asturias 2009 en la categoría Comunicación y Humanidades.
Este premio es de toda la comunidad universitaria. Nos pertenece a todos los universitarios, egresados, alumnos, maestros, trabajadores, por que cada cual realiza una función vital para que la UNAM pueda ser gratificada con premios de tal envergadura.
Más sin embargo, dicho reconocimiento nos obliga a superarnos, o no bajar la guardia, a aumentar el nivel, las investigaciones. No es un premio para que nos tildemos en la hamaca, si no que hace ratificar el compromiso social que tenemos con nuestra nación. De que a pesar de los recortes, las censuras y los teatros políticos y económicos los universitarios seguiremos velando por mejor día a día, paso a paso a nuestra bella nación.
Se trata, insisto, de un aliciente que fortalece nuestro compromiso con la calidad de la educación y las causas y necesidades de la sociedad.
Asi con concluyo su discurso el Rector Narro, y asi es. Pero hoy, aprovechando que es viernes, festejemos y gocemos hasta el nuevo sol. Mañana nos preocuparemos de la estabilidad del país.
POR MI RAZA HABLARA EL ESPÍRITU
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