martes, 4 de mayo de 2010

Y el diablito seguía Bailando

Emocionantes escenarios nos ha regalado el (des)gobierno Federal con los diferentes teatritos, joyitas dramaturgas que dejan impactados a los espectadores nacionales e internacionales.

Ahora resulta que Genaro y toda su prole de polecias fabricantes de pruebas y escenarios de conflicto, donde la réinate corrupción juega sus mejores cartas, son superar por la PGR de Chávez Chávez. Procuraduría que ha dejado de perseguir a los homosexuales, por que de seguir con esa doctrina tendría que irse sobre varios personajes de la iglesia católica, personajes que si bien no son muy relevantes su nombres en cuestión de poder, si el de sus protectores.

Patéticos videos, dignos de un niño de Kinder II los presentados por la PGR sobre el asesinato de los estudiantes del Tec. Las instituciones militares merecen más que eso. No se merecen tan malos tratos, asunto que al parecer los senadores no parecen comprender, pues aprobaron una ley que deja aun más en el aires a tan prestigiada institución (no es sarcasmo). Las fuerzas armadas en México solo responden a las órdenes de una persona, a la de su Comandante en Jefe, que es Presidente de la Republica. Desgraciadamente, erróneamente, Jelipillo llamo al Ejército que no es la policía. El Ejército recibe una orden y mueve cielo mar y tierra para cumplirla, tiene un objetivo fijo, y es objetivo es prioridad, pues cuando es llamado se trata de seguridad nacional, si mueren unos cuantos civiles, son daños colaterales por salvar una nación. Ahí está el problema, Felipe fue ingenuo y no se imagino que su narco guerra de legitimación sería ahorcado y atado de manos y pies por la corrupción. Para convertir a los mafiosos se necesita labores de inteligencia policial, no militar. Y además, el problemas del narcotráfico, específicamente en el rubro de drogas, que es el que se esta combatiendo, no es un problema de seguridad nacional, es un problema de salud publica.

Y por eso, por vivir en la corrupción que genera impunidad, los narcos siguen bailando al son del…

Y EL DIABLITO SEGUI BALIANDO.

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