lunes, 31 de agosto de 2009

Una nueva camada y Juanito

El sábado pasado se instalo la 61º legislatura donde una nueva camada de legisladores (499, falto el hermano incomodo de Leonel Godoy, Julio Cesar Gody) tomaron posesión como legisladores y se les entrego su licencia de corso. 


Los tricoles encabezados por Francisco Rojas Guitierrez ya ganaron la primera batalla antes incluso de haberse instalado la nueva legislatura, tirandole al espurio presidente su teatrito besamanos organizado para mañana martes 1º de septiembre a las nueve de la mañana en Palacio Nacional. Los legisladores del PRIcambrico tardío, se sirvieron con bandeja de plata el festín entregado con todo y alfombra roja por la Secretaría de Gobernación. El broncudo simpático de  Gómez Mont, tuvo la delicadeza de enviarles a los lesgisladores las invitaciones vía Internet firmadas por la secretaria del secretario del Secretario, invitándoles al 3er Informe de Gobierno, no a la lectura del mensaje con motivo del 3er Informe de Gobierno, si no al 3er Informe de Gobierno (¿no que ese se entregaba en la puerta de San Lázaro por el Secretario de Gobernación? según la nueva reforma). 


Agarrándose de este débil hilo que lleva entrecortado los tres años que van de este desgobierno, fue turno de las lacras tricolores el debilitar (¿se puede más?) y hacer de la figura Presidencial el hazme reír de la tragicomedia nacional.


Demostrando así, la ya comprobada ineptitud del gabinete (si se le puede llamar así a esa bola de brutos testarudos)  para organizar hasta una kermes. ¡Chingón!


No me imagino, como le ira a hacer el señor de Bucareli para acomodar la agenda legislativa que le urge a esta denostada presidencia (con minúsculas) para arreglar el mega shock que la crisis (que vino de afuera) causo en este país, las reformas en materia de seguridad y tributaria que les saldrán carísimas (otra vez) al gobierno del no poder, debido al espaldarazo dado por la ciudadanía a Calderón, reflejado en una minoría que peleara a puño y espada defender las reformas enviadas por el ejecutiuvo pero no las podra destravar ya que  tienen como contra peso a un dinosaurio de 231 diputados y syss (si y solo si) este grupo de reptiles esta de acuerdo sera aprobado.


Veo con reserva el papel mediador que podrá ser el grupo parlamentario del PRD debido a las  diferencias abismales existentes entre los dirigentes y los conformantes de dicha bancada, empezando por el distanciamiento geográfico entre Encinas y Cucho Zambrano quienes no se sentaran juntos. 


Los cuadros controladores de este nueva legislatura están agarrando posiciones estratégicas para el control de la misma y las reformas que en estos tres años sean presentadas. Bety Paredes y Paco Rojas al igual que Chesarito Nava y la Chepina Vázquez Mota compartirán recarga brazos y estarán lo suficiente mente cerca (sentados juntos) para decir dar luz verde o frenar las reformas, puntos de acuerdo y demás presentaciones a votación que sean presentadas y crean que ya están o no suficientemente discutidas para ser aprobados o no.


Mientras en Presidencia (in)deciden como contraatacar la ofensiva tricolor que en el primer round les propino un nock-out técnico, en el Senado de la República es nombrado por vez primera Presidente de la Mesa Directiva un senador perteneciente a la bancada del PRD, es decir de izquierda, eso es el resultado del magnifico trabajo y negociación de Carlos Navarrete, quien presidirá el Senado hasta el 30 de agosto del año próximo. 


Mientras los pitufos son noqueados en Presidencia y Senado, Juanito (Rafael Acosta Ángeles), el electo director técnico  de Iztapalacra (cuya labor es equiparable al trabajo realizado por Chucho Ramirez en el América) le intenta quitar otras plumas mas al gallo del Peje, su maléfico creador, y a la bola de pelafustanes seguidores de Él y la Brugada, lanzando ahora su candidatura en 2012 al GDF y en el 2018 a los Pinos. Si un espurio presidente (con minúsculas) del haiga sido como haiga sido llego a los Pinos, que un pele como Rafael Acosta Ángeles quien se refiere asi mismo en tercera persona  intentando hacer gala de una extrema sapiencia, no suena tan descabellado. 













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